miércoles, 6 de mayo de 2009

La Fiesta del Oso!



En el Oso Collective nos encanta festejar y la feliz realidad es que no necesitamos razones para hacerlo.

Es bien sabido que disfrutamos de bailar(o lo que sea que los osos hagan al estar en una fiesta con música chévere que provoque reacciones incontrolables en los nervios, músculos y demás partes del cuerpo úrsido), disfrutamos echar la pachanga y tomar cerveza, vodka, o cualquier bebida con apariencia y olor agradable a los sentidos, también agitamos la cabeza machín, armamos el slam y brincamos hasta donde nuestra jodida condición física nos deja al tono del clasiquísimo: “everybody jump! Jump! Jump!”

Pasamos toda una mañana preparando bocadillos, repartimos flyers e invitamos gente por todos los medios posibles, corrimos, aceleramos y rebasamos varias veces, compramos cervezas y tiramos maldiciones al tráfico y a unos cuantos peregrinos, pero al final, cuando la noche ya había comenzado y el tiempo se nos había acabado, un puesto de garnachas sobre la banqueta y la clásica impuntualidad mexicana hizo que todo funcionara lo mas correctamente posible.

El lugar, sin estar listo, se vio completo al llegar las cervezas, los bocadillos y las gomitas/bombones de colores que fueron postre.

La hielera fue llenada, las bocinas conectadas y las computadoras alistadas.

El buen Matt comenzó la fiesta, recibió con su contemporánea mezcla electrónica/funky/pop bien bailable a los primeros invitados y contagio al ritmo de sus brincos a los que ya habían comenzado con las chelas.La pura buena vibra con el Matt bailando y poniéndole música a los abrazos, gritos y felicitaciones de quienes llegaron temprano para celebrar un cumpleaños, un muy feliz cumpleaños y el nacimiento fiestero del Oso Collective.

Las chelas se terminaron y el dj set de los We Think estaba bien listo, mientras la pachanga seguía a ritmos bastante agradables, gente bien conocida y algunos un tanto perdidos llegaban a la fiesta, botellas y caguamas aparecieron por doquier acompañadas por garrafones con piñas coladas, el lugar entonces se veía pleno.

La música corrió desde ahí por cuenta del dj set de We Think, y que buen rato se armo!, y sí, todo fue fiesta, todos bailaron, todos tomaron, todos fumaron, charlas, risas, brincos, baile, besos, abrazos y el frio de la madrugada.

Recibir tantas felicitaciones y buena vibra, el ver tantas caras familiares, tanta gente querida, así como la presencia de mi querida novia y el consumo de bebidas extrañamente mezcladas lograron que perdiera detalle de lo que paso después de que termino el dj set de los We Think, pero sí recuerdo felicidad por todos lados y éxtasis total, fotos y mas fotos, performances improvisados con fuego, al dj Gamba tocando, parejas recién formaditas, y mucha mucha convivencia de la buena.

Lo que siguió fueron despedidas y mas abrazos, caminatas tambaleantes, y autos encendiendo muy temprano en domingo, para muchos dormir y para mi, uno de los mejores amaneceres que he vivido, con 20 años cumplidos y aun mas cervezas.

Sin duda alguna fue la mejor forma posible para celebrar el inicio del Oso Collective y un muy feliz cumpleaños.

Gracias a quienes hicieron posible La Fiesta del Oso!

Gracias a los amigos del Oso Collective.

Gracias a quienes nos ayudaron y nos echaron la mano para armar la pachanga.

Gracias a quienes soportaron el frio y aguantaron un ambiente no tan familiar.

Gracias a todos los que apoyaron y celebraron con nosotros aunque no hayan podido asistir a la fiesta.

Y gracias al Matt, al Balo, al Mariano y al Betico.

Gracias.

-tavoso-

PhotobucketPhotobucketPhotobucketPhotobucketPhotobucketPhotobucketPhotobucket


jueves, 23 de abril de 2009

-NOCHE DE CONEJOS Y ROBOTS-

Es simple, el sonido de los conejos se disfruta plenamente con un vaso llenito de vodka y jugo de uva, acompañado de un cigarro, sentado en el suelo, en una posición cómoda y con una actitud tranquila. Así, los sonidos emitidos por estos singulares mamíferos penetran de forma casi escalofriante por todos y cada uno de los poros de la piel, por la cavidad bucal, por las fosas nasales y si, por los oídos también. Sentado, con el cigarrillo y con el vodka, fue como yo disfrute la presentación de mis amigos The Paper Rabbit este 5 de marzo del 2009, no confundirse…el que sean de papel no significa que sean maleables, rompibles, débiles, muy al contrario, al estar en sus respectivas posiciones con instrumento en mano, los conejos son fieras rabiosas, animales devastadores que bien podrían encontrarse en un estado incomprendido por el ser humano común. Estas bestias musicales, también pueden ser creadoras de melodías suaves y armoniosas y siempre parecen dispuestos a transportar al espectador a diversos paisajes sonoros bastante disfrutables.
Los Hi-Roboto! se presentaron dinámicos y audaces, con una indescriptible fuerza que pareciera haber sido creada por algún loco ingeniero espacial lograron reventar más de un tímpano en el lugar y en mi persona llegaron a afectar las delgadas y cada vez más vulnerables membranas que cubren mis ojos.¿ Quien dice que se necesita más de 3 personas para hacer ruido, ruido del bueno? Los robots demostraron que no, solo se necesitan cables, instrumentos musicales en buen estado, amplificadores enormes y suficiente aceite para lubricar sus respectivas extremidades. Con todo esto listo, una buena presentación es segura, ruidos alborotadores están garantizados, canciones cortas, otras largas, pero todas en lenguaje robótico estremecedor.
La noche empezó fría y con poca gente, aspecto que preocupo a los músicos y a su servidor, sin embargo, unas chelas y los nunca ausentes cigarros hicieron suave la espera a la audiencia y a la preparación del sonido y los instrumentos. A la llegada de los Hi-Roboto! Comenzamos a armar batería y a acomodar amplificadores, ellos abrirían la noche.
El comienzo fue clásico, el “buenas noches”, el “gracias por invitarnos” por parte de las bandas y las sonrisas tímidas hacia un lugar pequeño que ahora se veía lleno, gente conocida, amigos, compañeros de trabajo, y clientes del bar formaron la audiencia.
Después de eso, lo que siguió fueron las guitarras, el sintetizador, la batería, y el bajo, 40 minutos aproximadamente de sonidos robotizados que estuvieron acompañados de movimientos rítmicos y rasgueos rápidamente calculados. La despedida por los integrantes, fue igual de corta de su saludo inicial y vinieron los conejos.
El “hola!”, “que hay?”, “somos los The Paper Rabbit”, y desenfundaron los cables y las guitarras, el bajo también, entonces los riffs, las armonías, el bajeo, y los platillos sonaron, sacudieron mi cigarro y golpearon el vaso con el vodka dentro, mi pierna no dejaba de simular los tarolasos y el bombo y la gente parecía atenta, ojos dirigidos al frente, a la banda, durante casi todo el setlist, era confusión o no entendimiento, pero era atención, atención y respeto, era satisfacción.
Algún despistado en el publico dejo llevarse de mas por la música y llego a sacudir la cabeza, los demás, seguían atentos, algún otro movía de modo poco rítmico la pierna, y palmas golpeando totalmente arrítmicas la mesa se veían entre las bebidas.
Los conejos fueron apreciados con respeto y bastante tolerancia, cualidades básicas y simples de una buena audiencia, que tal vez sin incluso comprender del todo lo que veían/escuchaban, no mostro rechazo ni exclusión, y se dispusieron a disfrutar lo mas que ellos mismos y las etiquetas sociales les permitiera.
Al final de su presentación y como respuesta a lo que supongo yo puede ser llamado “animo del público”, pero más aun a su propio animo, los conejos decidieron tocar otra canción, una canción sin crear, improvisación de 7 minutos de música, de un bajista sacudiendo la cabeza como solo él sabe hacer, de sudor en caras y de guitarristas en el suelo, arrodillados gritando al suelo o sentados jugando con el amplificador, un final ideal para tal noche, la noche de conejos y robots.

-tavoso-
mora@belounge
nacho
nacho2
mora2
lolo